¿Qué comida puedo servir en una boda informal o tipo cóctel?
- Seviara Los Pucheros del Marqués

- 21 oct
- 4 Min. de lectura
La boda sin sillas (o casi): una idea que engancha
¿De verdad quieres que tu boda sea un desfile de platos interminables, sillas numeradas y brindis de compromiso? Pues déjame decirte algo: el 2025 ya no va de eso. Lo que triunfa son las bodas informales, tipo cóctel, donde la gente come, bebe y se ríe sin encorsetarse en un menú de tres horas.
La comida de boda ya no es solo un “qué ponemos en el plato”, es una experiencia. Y si quieres que tus invitados hablen de tu fiesta durante meses, apuesta por un catering de boda diferente: dinámico, sabroso y lleno de bocados que sorprendan.
Y ojo, porque en Los Pucheros del Marqués lo tenemos claro: una boda tipo cóctel bien montada no deja a nadie con hambre (ni con ganas de echar de menos un banquete).
Lo que vas a pillar en esta guía (sin rodeos)
Aquí no vienes a leer una lista random de canapés. Vas a descubrir:
Por qué las bodas informales arrasan y qué ventajas tienen frente al banquete clásico.
Qué comida de cóctel de boda funciona mejor: desde el canapé más “de toda la vida” hasta la estación de tacos que deja a tu cuñado con cara de meme.
Cómo calcular cantidades, qué errores NO cometer y cómo diseñar un menú que guste tanto a tu abuela como a tus amigos foodies.
Ejemplos reales y comparativas con bodas tradicionales para que lo visualices sin esfuerzo.
Y para rematar, te dejaré un arsenal de preguntas frecuentes que me hacen las parejas en las reuniones, con respuestas directas y sin humo.

Comida de boda tipo cóctel: la revolución del picoteo fino
El cambio de chip
En España ya no nos sorprende que la gente diga: “Paso del banquete, quiero un cóctel largo”. ¿Por qué? Porque es más libre, más divertido y, si lo haces bien, igual de contundente.
La Asociación de Catering y Eventos confirma que en 2024 más del 35% de las bodas fueron tipo cóctel. Y nosotros lo vemos cada semana: parejas que quieren un evento fresco, sin protocolos pesados y con comida que realmente se disfrute.
👉 Si ya estás pensando en tu gran día, aquí tienes inspiración extra: ideas de menús de boda.
Qué se sirve en un cóctel de boda (y cómo no liarla)
Aperitivos fríos: el inicio suave que engancha
Nada de bandejas sosas. Aquí hablamos de:
Mini tostas de foie con manzana caramelizada.
Vasitos de tartar de salmón con aguacate.
Brochetas caprese con albahaca fresca.
Son ligeros, bonitos y perfectos para empezar a calentar motores.
Aperitivos calientes: el “quiero otro” asegurado
Los favoritos absolutos:
Croquetas caseras (sí, las de jamón ibérico siguen reinando, pero mete alguna de boletus y verás las caras).
Mini hamburguesitas brioche.
Saquitos crujientes de queso y espinacas.
Lo clave: que el catering los saque a buen ritmo, porque aquí es donde se gana (o se pierde) la sonrisa del invitado.
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Estaciones temáticas: el show gastronómico
Aquí viene la magia, lo que convierte un cóctel en un recuerdo:
Corner de sushi con chef en directo.
Mesa de quesos y embutidos ibéricos que huele desde la entrada.
Puesto de fideuá o paella que da ese toque castizo y contundente.
Taco bar mexicano: diversión asegurada.
Un consejo de insider: mezcla una estación más “exótica” con otra muy tradicional. Así ganas a todos los públicos.
Platos principales en mini formato
Aunque sea cóctel, hay que dar algo más sólido:
Mini cazuelas de carrillera al vino.
Vasitos de risotto de setas.
Lomos de pescado blanco en salsa suave.
Pequeños, pero suficientes para que el invitado diga: “He comido de verdad”.
Postres y dulces que cierran con aplauso
No subestimes el momento azúcar.
Mesa dulce con macarons, mini tartaletas y mousse.
Carrito de helados artesanos (en verano, éxito asegurado).
Fuente de chocolate (vale, es clásica… pero sigue siendo brutal).
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Cómo montar tu menú cóctel (sin morir en el intento)
1. Elige el estilo de tu boda
No es lo mismo un cóctel rústico en un granero que uno elegante en un hotel del centro. La comida tiene que acompañar el ambiente.
2. Calcula cantidades realistas
La regla: 15-18 bocados por persona + 1-2 platos principales + postre. Ni más, ni menos.
3. Ten en cuenta alergias y dietas
Un catering serio siempre mete opciones sin gluten, vegetarianas y veganas. A estas alturas es innegociable.
4. Mezcla tradición e innovación
Pon jamón y croquetas (porque si no, te matan), pero añade baos, sushi o tacos para marcar la diferencia.
Extra: comparativa real y caso práctico
Banquete vs cóctel: ¿quién gana?
Banquete formal: rígido, largo, tres horas mínimo.
Cóctel: libre, más variedad, más interacción.
En costes, un cóctel bien diseñado puede salir un 20% más barato (aunque si te vienes arriba con corners de autor, puede subir).
Caso real: boda cóctel en la sierra de Madrid
120 invitados, estaciones de sushi, quesos y fideuá, más postres en mesa dulce. Todos felices, nadie con hambre y comentarios como: “Por fin una boda sin empacho de cordero”.
Preguntas que siempre nos hacen sobre la comida de boda tipo cóctel
¿Cuánta comida necesito?
15-18 bocados + 1-2 platos principales + postre. Fórmula mágica.
¿Es más barato que un banquete?
Casi siempre sí, salvo que montes un show de estaciones premium.
¿Qué platos gustan más?
Los clásicos reinventados: croquetas, mini hamburguesas, jamón. Después, lo internacional: sushi, tacos, baos.
¿Y las intolerancias?
Todo debe estar etiquetado y con versiones veganas, vegetarianas y sin gluten. Punto.
El cierre: tu boda, tu cóctel, tu estilo
Montar un cóctel de boda es como dirigir un festival gastronómico en pequeño. Se trata de sorprender, saciar y divertir.
En Los Pucheros del Marqués lo decimos siempre: tu boda no es una cena de empresa, es la fiesta de tu vida. Por eso, diseñamos cada cóctel como un recorrido gastronómico: empezar ligero, sorprender con estaciones, rematar con un plato principal y cerrar con postres que sean puro espectáculo.
¿Quieres que tu boda sea recordada como la más sabrosa y divertida del año? Entonces no lo dudes: habla con nosotros y te montamos un menú que deje a todos con ganas de repetir.
Porque al final, la comida no es solo comida: es el recuerdo que tus invitados se llevan en el paladar… y en la memoria.







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