¿Qué incluye un catering de boda normalmente?
- Seviara Los Pucheros del Marqués

- 15 jul
- 22 Min. de lectura
La fiesta de tu vida, ¿y la comida? ¡Un banquete de locura con tu catering de boda ideal!
¡Amigos y futuros casados! Si estás leyendo esto, es porque la fecha de tu "sí, quiero" se acerca, o al menos ya estás soñando con ella. Y en ese sueño, hay algo que, seamos sinceros, nos quita el sueño a todos (después del vestido o el traje, claro): ¡la comida! Porque un día tan especial merece un banquete que no solo alimente, sino que emocione, sorprenda y deje a todos con la boca abierta (literalmente y del gusto). Aquí es donde entra en juego la figura mágica del catering de boda. Y no, no hablamos solo de unos camareros que traen platos. Hablamos de un equipo que orquesta una sinfonía de sabores, que monta un escenario gastronómico donde cada bocado es un recuerdo y cada brindis, una carcajada.
Piénsalo bien: el catering es el alma de la fiesta, el motor que pone en marcha las emociones a través del paladar. Es el responsable de que tus tíos bailen con energía, de que tus amigos saquen mil fotos a los platos y de que, al día siguiente, todo el mundo siga comentando lo rica que estaba "aquella" cosa. Elegir bien tu catering para bodas no es solo un trámite más en la lista; es LA decisión que marcará la diferencia entre una boda de "sí, estuvo bien" y una de "¡Dios mío, quiero volver a casarme solo por la comida!". Así que prepárate, porque vamos a desgranar juntos todo lo que normalmente incluye un servicio de catering de boda, y te prometo que, al final, serás un auténtico experto en el arte de alimentar sueños.
Tu GPS culinario nupcial: ¡Todo lo que vamos a destripar para tu boda!
¿Listo para un viaje gastronómico sin retorno (hasta el postre, claro)? En este artículo vamos a meternos de lleno en el universo del catering de boda, para que no te quede ni una duda y te conviertas en el chef de tu propio destino nupcial. Imagina que somos tu guía Michelin personal para el gran día.
Empezaremos por la chicha, el alma de la fiesta: la propuesta gastronómica. Descubriremos cómo tu catering de boda es capaz de leerte la mente y crear un menú tan único como vuestra historia de amor. Hablaremos de la magia de la personalización, desde platos que te recuerdan a vuestro primer viaje hasta opciones para el primo vegano y la abuela celíaca (¡que nadie se quede sin fiesta!). Exploraremos las infinitas opciones de servicio, desde el banquete de gala donde te sentirás en Buckingham Palace, hasta los buffets que son como un festival de comida, pasando por los cócteles que invitan a charlar y reír sin parar. Y por supuesto, te contaremos el secreto mejor guardado: la degustación del menú, ese momento divino donde pruebas los manjares y das el "ok" definitivo.
Pero ¡ojo!, que un catering para bodas es mucho más que comida. Nos meteremos en los entresijos de la logística y puesta en escena: desde la vajilla que brilla más que tus anillos, hasta la mantelería que viste la mesa como si fuera de alta costura. Veremos cómo cada copa, cada silla y cada elemento decorativo son clave para crear esa atmósfera de ensueño. Y ni te cuento la importancia de las bebidas: desde el brindis de bienvenida que te pone los pelos de punta, hasta esa barra libre que hace que la fiesta no pare.
Luego, desvelaremos la figura detrás del telón: el equipo humano. Conocerás a esos héroes invisibles que hacen que todo funcione como un reloj suizo: los chefs que convierten ingredientes en obras de arte, los camareros que se mueven como bailarines en la sala y el maitre que es el director de orquesta de todo este tinglado. Porque la profesionalidad y la pasión de estas personas son la receta secreta del éxito.
Y como somos unos detallistas, no nos olvidaremos de los servicios adicionales que marcan la diferencia: desde esa tarta nupcial que es casi una obra de arte, hasta esas mesas de dulces que te hacen sentir como un niño en una tienda de caramelos. Incluso hablaremos de la famosa "recena", esa salvación cuando la energía empieza a flaquear después de tanto baile.
Finalmente, te daremos los pasos prácticos para que la elección de tu catering de boda en Madrid (o donde sea que te cases) sea un camino de rosas, no de espinas. Consejos de experto para que negocies como un CEO y te asegures de que hasta el último detalle está bajo control. Así que, abróchate el cinturón, ¡porque tu boda está a punto de convertirse en la envidia de todos los banquetes!

El Corazón del Banquete: ¡Lo que tu catering de boda trae bajo el brazo (y en la cocina)!
Cuando hablamos de catering de boda, la cosa va mucho más allá de unos cuantos platos y gente sirviendo. Es una maquinaria perfectamente engrasada que se encarga de que todo el despliegue gastronómico y de servicio sea una auténtica gozada. Vamos a meternos de lleno en cada pieza de este puzle delicioso.
La Propuesta Gastronómica: ¡Tu plato, tu regla, tu boda!
Aquí es donde se cuece la magia, donde los sueños se convierten en sabores y los "mmmms" se multiplican. Un buen catering para bodas no te suelta un menú cerrado y punto; te escucha, te entiende y te propone una experiencia culinaria que grita "¡Somos nosotros!".
Tu menú, tu huella: Personalización que enamora
Imagina que el chef es tu cómplice en esto del amor, y la cocina, vuestro lienzo. La personalización del menú es la clave. ¿Eres de los que se conocieron en un viaje a Italia y sueñan con una mesa de pasta fresca hecha al momento? ¿O quizás tu pareja y tú sois de ese estilo rústico y queréis un banquete con productos de la huerta, directamente del productor al plato? Un catering que se precie te permitirá construir un menú que cuente vuestra historia.
Por ejemplo, si sois dos amantes del mar y os conocisteis en la costa, ¿por qué no una estación de mariscos frescos o un "show cooking" de arroces marineros? O si vuestras raíces son de diferentes países, el catering podría crear un "duelo" de sabores, con estaciones de comida mexicana y tapas españolas, para que todos vuestros invitados disfruten de un viaje culinario. Esta personalización no es solo "qué comemos", sino "cómo lo celebramos a través de la comida". ¡Es vuestra boda, no la de cualquiera!
Opciones de servicio: ¡Para cada pareja, su estilo de fiesta!
Aquí no hay talla única, ¡y menos mal! El catering de boda te ofrece un abanico de posibilidades para que el servicio se adapte a vuestro rollo:
Banquete Sentado Formal: ¿Soñando con una boda de cuento de hadas, con protocolo y elegancia por doquier? Esta es tu opción. Los invitados se sientan en sus mesas, los platos llegan uno a uno, servidos con una sincronización que ni el ballet ruso. Es perfecto para bodas con muchos invitados y donde quieres que todo sea de revista. Piensa en un gran salón, candelabros y un desfile de platos que parecen obras de arte. Por ejemplo, en una boda en un palacete, con un menú de tres o cuatro tiempos, con su maridaje de vinos y sus postres individuales, la elegancia está garantizada. ¡Aquí cada bocado es una reverencia!
Buffet Libre con Estaciones: ¿Prefieres algo más relajado, donde la gente se mezcle, se ría y elija lo que más le apetezca? El buffet es tu amigo. Aquí la variedad es la reina. Puedes tener estaciones temáticas: una de quesos y embutidos ibéricos que te quitan el sentido, otra de ensaladas frescas y vibrantes, un rincón de carnes trinchadas al momento o incluso una mesa de postres que parece sacada de Willy Wonka. Esto invita a la gente a levantarse, charlar y probar de todo un poco. Imagínate una boda campestre, con mesas de madera y un buffet lleno de colores y aromas. Es como un festival gastronómico donde cada uno es su propio chef.
Cóctel Reforzado con Show Cooking: Ideal para los que quieren que la fiesta empiece desde el minuto uno y que la gente interactúe a tope. Aquí el protagonismo lo tienen los aperitivos, ¡pero no unos cualquiera! Hablamos de delicias que se preparan al momento, delante de tus narices. Un "show cooking" de mini-hamburguesas gourmet, unos "food trucks" con propuestas originales, o un chef preparando sushi fresco en directo. Esto le da un punto de espectáculo y dinamismo que pocos banquetes sentados pueden igualar. Perfecto para espacios más recogidos o para parejas que prefieren un ambiente sin ataduras ni horarios fijos. ¡Aquí la fiesta es el plato principal!
Menús para "todos los públicos": ¡Que nadie se quede sin comer! Hoy en día, un catering de boda que se precie sabe que no todo el mundo come lo mismo. Así que prepárate para opciones para el menú infantil (¡que los peques también se lo pasen pipa!), vegetarianos, veganos, celíacos, alérgicos... Un buen catering se toma esto muy en serio. Te pedirá una lista de restricciones y se asegurará de que cada plato adaptado se prepare con mimo, evitando contaminaciones cruzadas. Por ejemplo, si tienes un invitado con alergia a los frutos secos, el catering creará un plato específico para él, desde la cocina hasta la mesa, con un control exhaustivo. ¡Aquí lo importante es que todos disfruten sin preocupaciones!
La Degustación del Menú: ¡El "sí" más sabroso de tu vida!
Vale, has visto la propuesta, has alucinado con las opciones, ¿y ahora qué? ¡Pues a probar! La degustación del menú es el momento cumbre, el "casting" de los platos. Normalmente, tú y tu pareja (y a veces los papis o padrinos, si quieres darles el capricho) os sentáis a la mesa y el catering os sirve los platos que habéis preseleccionado. Es aquí donde pones a prueba las texturas, los sabores, la presentación... Y donde le dices al chef: "Un poquito más de sal aquí" o "Este postre es una maravilla, pero ¿y si le ponemos un toque cítrico?".
Es una oportunidad de oro para sentir lo que sentirán tus invitados, para afinar cada detalle y, sobre todo, para cogerle confianza al equipo. El chef te explicará cada plato como si fuera una obra de arte, te hablará de los ingredientes y te sugerirá maridajes. ¡No es solo una comida, es una experiencia educativa y un paso fundamental para que tu boda sea un éxito gastronómico!
Logística y Puesta en Escena: ¡El telón de fondo de tu gran banquete!
Aquí es donde el catering de boda se convierte en el director de orquesta del montaje. No solo traen la comida, ¡traen el restaurante entero a tu evento!
Menaje, Cristalería y Vajilla: ¡Brillo por todas partes!
Imagínate el día de tu boda. ¿Quieres que tus invitados coman en platos de camping? ¡Pues claro que no! Un buen catering incluye el menaje, la cristalería y la vajilla que dejarán a todos boquiabiertos. Desde esos platos que parecen lienzos, pasando por unos cubiertos que brillan como el sol, hasta copas que suenan a música cuando brindas. La calidad y el diseño de estos elementos son clave para que la mesa luzca impecable. Los caterings de nivel suelen ofrecer diferentes estilos: desde lo clásico y elegante, hasta lo rústico y chic, para que combine a la perfección con la temática de tu boda. ¡Cada detalle suma!
Mantelería y Servilletas: ¡Vistiendo la fiesta!
Las mesas no pueden ir desnudas, ¿verdad? La mantelería y las servilletas son el vestuario de tu banquete. El catering te ofrecerá opciones que se fundan con la paleta de colores de tu boda. Lino, algodón, seda... Lisos, estampados, con texturas... ¡Hay un mundo! Y las servilletas, a juego, pueden presentarse dobladas de mil maneras, con anillas decorativas o como pequeños detalles que marcan la diferencia. Son el lienzo sobre el que se pintará tu obra gastronómica.
Mobiliario Adicional: ¡Montando el circo (del bueno)!
Dependiendo de dónde celebres la boda y el tipo de servicio, el catering podría incluir mobiliario adicional. Esto puede ser desde las barras de bebidas que se convierten en el centro de la fiesta, hasta las mesas auxiliares para los buffets, las estaciones de show cooking o incluso mobiliario estilo chill-out para que tus invitados se relajen con un cóctel. Todo debe ir en consonancia con la decoración y ser funcional. Piensa en una barra de gin-tonics espectacular, iluminada y con tus iniciales. ¡Eso sí que es empezar la fiesta con estilo!
Bebidas: ¡El elixir de la felicidad nupcial!
¿Qué sería de una buena comida sin una buena bebida? ¡Un drama! El catering se encarga de que la sed no sea una opción y de que el ambiente fluya con cada brindis.
Aperitivos y Cócteles de Bienvenida: ¡El pistoletazo de salida!
Cuando tus invitados llegan, ¡no pueden empezar con la boca seca! El catering de boda te recibe con una batería de bebidas refrescantes: zumos naturales, aguas con sabor, refrescos, cerveza fresquita y, por supuesto, unos cócteles que te harán sentir en el Caribe. Es la primera impresión, el momento de romper el hielo y empezar a celebrar. ¿Qué tal un cóctel "El Amor de mi Vida" con vuestros colores favoritos? O una estación de vermut artesanal para los más sibaritas. ¡Que el primer sorbo sea un "wow"!
Selección de Vinos, Cervezas y Refrescos: ¡El maridaje perfecto!
Durante el banquete, la cosa se pone seria. El catering te ofrecerá una cuidada selección de vinos (blancos que bailan con el pescado, tintos que abrazan la carne, rosados para todo y para nada, ¡pero que ricos!), cervezas para los amantes de la espuma, y una cascada de refrescos y aguas. La clave es que las bebidas mariden con el menú, que cada sorbo potencie el sabor del plato. Y sí, hay expertos en vino en el catering que te asesorarán para que no falles. ¡Es como tener un sommelier personal para tu boda!
Barra Libre y Brindis: ¡Que no pare la fiesta!
Una vez que la comida ha hecho su magia, ¡llega el momento del desmelene! La barra libre es fundamental para que la fiesta se alargue hasta el amanecer. Licores de calidad, combinados para todos los gustos y ese ambiente de "lo que surja". Y por supuesto, el brindis, ese momento mágico donde las copas de cava o champagne se alzan al cielo para celebrar vuestro amor. El catering se encarga de que todas las copas estén llenas y listas para ese instante tan emotivo. ¡Chin, chin por los novios!
El Equipo Humano: ¡Los héroes invisibles de tu boda!
Detrás de cada plato perfecto y cada mesa impecable, hay un ejército de profesionales que lo dan todo. Ellos son el corazón que bombea la perfección.
Personal de Sala y Cocina: ¡La profesionalidad en cada gesto!
Aquí no vale el "amateur". Un catering de boda top se distingue por su personal de sala y cocina con estrella Michelin (metafóricamente, claro). En la cocina, los chefs son unos artistas, creando cada plato con mimo y asegurando que todo esté delicioso y, ¡muy importante!, seguro. Son los alquimistas del sabor. Y en la sala, los camareros y metres se mueven como hadas, atendiendo a cada invitado con una sonrisa, reponiendo bebidas y asegurándose de que nadie espere ni un segundo. Su discreción, su amabilidad y su eficiencia son clave para que tus invitados se sientan VIP. ¡Una buena proporción de camareros por invitado es señal de calidad, no lo olvides!
Maitre y Coordinador de Eventos: ¡El director de orquesta del caos!
El maitre es ese genio que supervisa todo en la sala. Es el ojo que todo lo ve, el que coordina al personal, el que se comunica con vosotros para que todo fluya. Es el director de orquesta que hace que cada violín suene en su momento. Y en muchos caterings, además, tendrás un coordinador de eventos personal. Este es tu ángel de la guarda, tu mano derecha desde el primer contacto hasta el último invitado. Te ayuda a diseñar cada detalle, a resolver dudas y, si hay un imprevisto, ¡él ya tiene la solución antes de que te enteres! Es el pegamento que une todas las piezas de tu boda gastronómica.
Servicios Adicionales: ¡Esos toques que hacen la diferencia (y que tus invitados amarán)!
Porque una boda es la suma de pequeños grandes detalles, los caterings más top van más allá de lo básico.
Tarta Nupcial y Mesa de Dulces: ¡El broche de oro más dulce!
Aunque a veces se contrata aparte, muchos catering para bodas la incluyen o tienen acuerdos con pastelerías de renombre. La tarta nupcial es el momento dulce por excelencia, el corte simbólico. Y su sabor y diseño deben ser de infarto. Además, ¡atención golosos!, las mesas de dulces, candy bars o buffets de postres están más de moda que nunca. Una explosión de pequeñas delicias: cupcakes, macarons, chuches, bombones... No solo son un festival para el paladar, sino también un espectáculo visual que invita a las fotos. ¡Es el broche de oro que te hará sentir en el cielo!
Decoración y Ambientación: ¡Vistiendo el espacio con sabor!
Aunque la decoración general la haga un florista, el catering se encarga de que las mesas y las estaciones de comida sean una extensión de tu estilo. Hablamos de centros de mesa que combinan con tu ramo, velas que crean un ambiente mágico, o la forma en que se presentan los buffets para que parezcan obras de arte efímeras. Su conocimiento del espacio y su ojo para el detalle transformarán cada rincón en un escenario perfecto para la comida.
Opciones de Recena: ¡El chute de energía para seguir bailando!
Cuando la fiesta se alarga y los bailes han consumido hasta la última caloría, ¡llega la heroína de la noche: la recena! Un pequeño "snack" para recargar pilas. Mini-hamburguesas, perritos calientes gourmet, pizzas caseras, o un buffet de crepes dulces... Son opciones más informales, pero que tus invitados agradecerán hasta el infinito. Es el "chute" de energía para que la barra libre siga a tope y la pista de baile no quede vacía. ¡La recena es amor, pura energía para seguir disfrutando!
¡A la carga! Pasos prácticos para que tu banquete sea un "sí, rotundo"
Elegir el catering de boda es como elegir pareja: hay que conocerse bien, tener química y que haya confianza. Aquí te desglosamos el "cómo" para que no te equivoques.
Tu visión, tu tesoro: ¡Aclarando ideas antes de lanzarse!
Antes de llamar a cualquier catering, siéntate con tu pareja y haced los deberes. ¡Es como el primer borrador de vuestro sueño!
Ponle un número al sueño: Presupuesto y prioridades claras
Lo primero es lo primero: ¿cuánto tenéis pensado invertir en el catering? El presupuesto es vuestra brújula. Os ayudará a filtrar opciones y a enfocaros en lo que realmente podéis pagar sin que la cuenta del banco eche humo.
Pero no solo es dinero: ¿qué es lo más importante para vosotros? ¿La comida gourmet, un servicio más informal, que haya mucha variedad, que todo sea eco-sostenible? Si el dinero es ajustado, quizás priorices un buffet espectacular con comida casera deliciosa, mientras que si no hay límites, quizás sueñes con un menú de degustación con maridaje de vinos de autor. ¡Vosotros mandáis!
El gran número: Invitados y fecha, ¡claves para el cálculo!
Aunque todavía no tengas la lista definitiva, una estimación del número de invitados es vital. El coste del catering se calcula por cabeza, así que un número aproximado es el punto de partida. Y la fecha de la boda, ¡ni te cuento! Los caterings más populares tienen la agenda que echa humo, sobre todo en temporada alta. Cuanta más información les des al principio, más fácil será que te den una propuesta precisa.
Vuestro estilo, vuestra marca: Tipo de boda y gustos culinarios
¿Sois de boda clásica de película? ¿O de un rollo más bohemio y campestre? ¿Modernos y vanguardistas? Vuestro estilo de boda debe ir de la mano con el catering. Y, por supuesto, ¿qué tipo de comida os vuelve locos? ¿Asiática, mediterránea, fusión? Si sois vegetarianos, querréis que el catering os presente opciones que no sean solo "la ensalada de siempre". Un catering top lo adaptará todo a vosotros.
La búsqueda del tesoro: ¡Encontrando a vuestro "match" culinario!
Con las ideas claras, ¡a la caza del catering de boda perfecto!
Internet, tu mejor amigo: Investigación y propuestas al rescate
Empieza tu búsqueda en el maravilloso mundo de internet. Blogs de bodas, directorios, las webs de los caterings... Pero, ¡ojo!, lee las reseñas y testimonios de otras parejas. Una vez que tengas unos cuantos candidatos que te gusten, ¡a pedir propuestas! Que sean detalladas: menú, bebidas, menaje, personal, precios desglosados... Y no seas cortado: pregunta por el origen de sus productos, su filosofía en la cocina y si tienen experiencia en bodas como la tuya. Recuerda que puedes buscar específicamente un catering de boda en Madrid si tu boda es en la capital.
La cita a ciegas: Entrevistas y feeling a tope
Una vez que tengas propuestas interesantes, ¡a concertar entrevistas personales! Es el momento de ponerles cara, de ver si hay "feeling", si te transmiten profesionalidad y confianza. Haz todas las preguntas que se te pasen por la cabeza. Un buen catering será transparente y te transmitirá esa paz que necesitas. Pregúntales cómo gestionan los imprevistos, cuál es su política de cancelación y si tienen experiencia en el lugar que has elegido para la celebración. ¡La experiencia es un grado, y aquí, un máster!
¡A comer! La degustación, el "sí, quiero" definitivo
Ya lo hemos dicho, pero insistimos: la degustación del menú es sagrada. No solo pruebas la comida, ¡pruebas la experiencia! Es tu oportunidad para dar feedback, para afinar cada plato y para sentirte 100% seguro de tu elección. Si te tratan bien, si te escuchan, si los platos te encantan... ¡bingo!
El papelito manda: ¡Blindando tu sueño con un buen contrato!
Ya has encontrado a tu media naranja culinaria, ¡ahora toca formalizar!
La letra pequeña (que no es tan pequeña): Negociación y contrato detallado
¡No firmes nada sin leer! Revisa el contrato con lupa. Que esté todo bien detallado: el menú final, las bebidas, el tipo de menaje, el número de personal, los horarios, las condiciones de pago, ¡y muy importante!, las políticas de cancelación. Si tienes alguna duda, pregunta. Un contrato claro es la garantía de que todo saldrá como esperas. Y si tienes alergias o dietas especiales, ¡que quede por escrito!
Sin secretos: Comunicación fluida hasta el gran día
Desde que firmas hasta que dices el "sí, quiero", mantén una comunicación fluida y constante con tu catering. Si cambia el número de invitados, el horario, o surge cualquier imprevisto, ¡dile a tu catering! Ellos lo agradecerán y se asegurarán de que todo siga bajo control. Si tienes un wedding planner, él será tu enlace principal.
Consejos de los gurús: ¡Para que seas un crack de las bodas!
Aquí van unos cuantos "tips" de gente que sabe un montón de esto, para que no te la juegues:
"Anticipación, bendito tesoro": "Si quieres al catering de tus sueños, no te duermas en los laureles. Los buenos están reservados con un año o año y medio de antelación. ¡Empieza a buscar ya!", sentencia Ana García, una wedding planner con más de 15 años de batallas nupciales a sus espaldas. ¡Palabra de gurú!
"El precio por cubierto, con lupa": "No te quedes solo con el número gordo. Pregunta qué incluye exactamente el precio por cubierto. ¿El descorche si llevas tu vino? ¿Horas extra del personal? ¡Que no haya sustos en la factura final!", advierte Carlos Ruiz, un crack en números de eventos.
"Confía, pero pregunta (siempre)": "Tu catering te va a dar ideas geniales, pero tú pregunta el porqué de cada cosa. Un chef que ama su trabajo estará encantado de contarte la historia detrás de cada plato. Así te involucras y disfrutas más del proceso", aconseja María José López, chef con más de dos décadas entre fogones de alta cocina.
"El espacio manda (y el catering se adapta)": "Si tu boda es en un sitio sin cocina, pregunta al catering cómo se las apañan para montar una provisional. Eso dice mucho de su capacidad de adaptación y de su experiencia en entornos diferentes", sugiere Javier Delgado, un cerebro en logística de eventos.
"Alergias, tema serio": "Hoy en día, las alergias son la norma. Un catering que no tenga un protocolo claro para evitarlas es una bandera roja gigante. Asegúrate de que saben manejar la contaminación cruzada y que todo el equipo está al tanto de las necesidades especiales de cada invitado", subraya la Dra. Elena Sánchez, experta en nutrición y seguridad alimentaria. ¡La salud de tus invitados no es un juego!
El "extra" que te dejará con la boca abierta: ¡Cuando el catering lo da todo (y más)!
Más allá de lo básico, un catering de boda que se precie te ofrecerá detalles y experiencias que harán que tu boda no sea solo buena, ¡sino legendaria! Aquí es donde el arte se mezcla con la gastronomía.
Tu boda, tu cuento: ¡La comida que habla de vosotros!
Un catering de verdad no solo cocina, ¡crea! Son capaces de integrar la temática y el estilo personal de tu boda en cada plato y en cada presentación. Si tu boda es vintage, imagina un buffet de postres con dulces de la abuela presentados en vajilla antigua. Si es una boda rústica en el campo, el catering podría centrarse en productos de temporada y proximidad, con estaciones de quesos artesanos o una barra de limonada casera.
La clave es que la comida y la decoración hablen el mismo idioma, que cada rincón te transporte a vuestro sueño. ¿Una boda con temática de cine? Pues que el catering cree aperitivos inspirados en películas famosas o un rincón de palomitas gourmet con sabores locos. ¡Aquí la imaginación no tiene límites!
¡A escena! Show cooking y estaciones que te harán aplaudir
Para que tus invitados no solo coman, sino que vivan una experiencia, los caterings más punteros apuestan por la interacción.
El espectáculo está servido: El arte del show cooking
El show cooking es la bomba. ¡Ver cómo se prepara tu comida delante de tus narices es fascinante! Un chef preparando paella gigante en directo, un maestro cortador de jamón que parece hacer magia, una estación de ostras frescas que se abren al momento, o un sushiman que enrolla nigiris y makis a la velocidad de la luz. Estas estaciones se convierten en el centro de atención, la gente se acerca, charla, se ríe... ¡Y la comida no puede ser más fresca! Además, te permite charlar con los chefs, preguntarles secretos y sentirte parte del proceso. ¡De un simple plato a un evento!
Estaciones temáticas: ¡Un viaje culinario sin moverte de la silla!
Las estaciones temáticas son como pequeños restaurantes dentro de tu boda. Un rincón para los amantes de los tacos mexicanos, con todos los toppings que te puedas imaginar; una barra de ensaladas que parece un jardín; una estación de crepes dulces y salados para los más golosos; o un rincón de cafés del mundo para los cafeteros empedernidos. Esto te permite ofrecer una variedad brutal y satisfacer todos los gustos. Es ideal para bodas con muchos invitados y culturas diferentes, donde cada uno encuentre su paraíso culinario. Imagina una estación de quesos internacionales con maridaje de vinos, donde cada uno descubra su queso favorito. ¡Diversión y sabor asegurados!
El planeta también se casa: Gestión de residuos y sostenibilidad
Hoy en día, casarse de forma sostenible es una realidad. Y un catering de boda con conciencia se suma a la causa.
Cero desperdicio, ¡mucho sabor!
Un catering de categoría se preocupa por no tirar la comida. La minimización del desperdicio alimentario es su lema. Planifican al milímetro las cantidades, reutilizan lo que pueden (siempre con la máxima seguridad, ¡que no somos piratas!) y, si queda comida en perfectas condiciones, tienen acuerdos con bancos de alimentos para donarla. Es una práctica ética que demuestra su compromiso con el planeta y con la sociedad. ¡Un catering que cuida el medio ambiente también te cuida a ti!
Del campo a tu mesa: Productos de temporada y de proximidad
La tendencia es clara: productos de temporada y de kilómetro cero. Esto significa que lo que comes está más fresco que una lechuga recién cogida, sabe mejor y, además, ha viajado menos, lo que reduce la huella de carbono. Apoyar a los productores locales es un win-win: ayudas a la economía de la zona y disfrutas de ingredientes de máxima calidad. Si tu boda es en otoño en Madrid, ¡imagina platos con setas de la sierra, calabazas o frutos secos de la región! Es un sabor con raíces y con conciencia.
Preguntas Frecuentes sobre Catering de Bodas: ¡Despejando dudas antes del gran día!
Organizar una boda es como un examen final, ¡y el catering es una de las asignaturas más importantes! Aquí resolvemos esas preguntas que te rondan la cabeza.
¿Cuándo debo empezar a buscar a mi catering de boda? ¡No quiero quedarme sin los buenos!
A ver, no te agobies, pero tampoco te duermas en los laureles. Lo ideal es empezar a mover el culo con al menos 12 a 18 meses de antelación. Si tu boda cae en plena temporada alta (primavera, verano o esas fechas que todo el mundo quiere), o si tienes echado el ojo a un catering de boda en Madrid que está súper solicitado, ¡más vale prevenir que lamentar! Los cracks de este sector tienen la agenda que echa humo. Si lo haces con tiempo, tendrás más opciones de fechas, podrás personalizar el menú sin prisas y las degustaciones serán un placer, no un estrés. Si te casas en temporada baja o un día entre semana, igual con 6-8 meses te apañas, pero la tranquilidad no tiene precio, ¿verdad?
¿Hay diferencia entre contratar un catering de boda o un restaurante que hace bodas?
¡Absolutamente! Piensa que un restaurante es como tu casa: tiene una dirección fija y su cocina está ahí. Sus bodas suelen ser en su propio espacio o en sitios muy concretos con los que tienen acuerdo. Su oferta, aunque muy buena, suele ser más "suya", basada en su carta. En cambio, un catering de boda es un nómada culinario. Llevan su cocina (a veces, una cocina móvil, ¡una pasada!), su personal, su vajilla, sus barras... ¡todo! A donde tú quieras: una finca, una masía, un castillo, un espacio industrial chulísimo o incluso el jardín de tu casa si es lo suficientemente grande. Esto les da una flexibilidad brutal para adaptarse a cualquier lugar y estilo, creando un menú a medida para ti. Están hechos para el "aquí y ahora" de cada evento, y eso requiere una planificación logística mucho más fina.
¿El catering de boda se encarga de la tarta y de esas mesas llenas de dulces?
¡Pues depende! Muchos caterings profesionales, como los que ofrecemos en Seviara Precocinados, sí que incluyen la tarta nupcial en sus paquetes o tienen acuerdos con pastelerías que son verdaderas artistas para que no tengas que preocuparte de nada. Y sí, la mayoría se encargan de las mesas de dulces, los candy bars o esos buffets de postres que son la perdición de cualquiera. Son un puntazo visual y un vicio para los golosos. Pero, ojo, ¡siempre confírmalo en tu propuesta y en el contrato! Algunos caterings te dejarán traerla de fuera si tienes una pastelería favorita (a veces con un pequeño "impuesto" por el "descorche de tarta"). ¡Pregunta sin miedo!
¿Y si mi primo es vegano y mi tía celíaca? ¿Cómo gestiona el catering de boda las alergias?
¡Esto es súper importante y un catering de boda profesional lo tiene clarísimo! Tienen protocolos de seguridad alimentaria que te dejarán con la boca abierta. Lo normal es que te pidan una lista con antelación de todos los invitados que tengan alergias, intolerancias o dietas especiales (veganos, vegetarianos, sin lactosa, frutos secos, mariscos, etc.). Ellos prepararán menús específicos y adaptados para cada uno, con cocinas separadas si es necesario para evitar la temida contaminación cruzada. El personal de sala estará al tanto de quién come qué y se lo servirán directamente. ¡Es vital que tú les des toda la información clara y que se refleje en el plan! Un buen catering incluso le confirmará al propio invitado qué le están sirviendo para que se sienta tranquilo y seguro. ¡Aquí la salud es lo primero!
¿Qué pasa si al final vienen más o menos invitados de los que dije al principio?
¡Tranquilo, es más normal de lo que crees que el número de invitados baile un poco! La mayoría de los caterings para bodas te pedirán una confirmación del número final de comensales unos 7 a 15 días antes del evento. Esa será la cifra mágica para calcular el precio final y para que preparen las raciones. Si al final son menos invitados de los que confirmaste después de la fecha límite, es posible que el catering te cobre un porcentaje de esos cubiertos que se "cayeron", porque ya han incurrido en gastos de previsión. Si son más, lo normal es que puedan adaptarse sin problema, siempre que les avises con tiempo y el aumento no sea una locura. ¡Revisa este punto en el contrato para que no haya sorpresas de última hora!
Tu día inolvidable: ¡La excelencia del catering de boda es tu mejor aliado!
¡Y así llegamos al final de nuestro viaje culinario nupcial! Espero que ahora tengas más claro que el agua de manantial qué demonios incluye un catering de boda y que entiendas que no es solo un montón de comida. Es la orquestación perfecta de sabores, texturas, logística, decoración y, sobre todo, mucho cariño y profesionalidad. Hemos desgranado cada capa, desde ese menú que habla de vuestra historia hasta la última cucharadita de la tarta nupcial, pasando por la cristalería que brilla y ese equipo humano que lo da todo para que vuestro día sea de matrícula.
Hemos visto que un buen catering para bodas es un experto en personalización, que se adapta a cualquier estilo (desde el banquete más formal hasta el cóctel más canalla), y que tiene la capacidad de solucionar cualquier necesidad, ¡incluidas las alergias más complicadas! Y no nos olvidamos de ese valor añadido que te deja con la boca abierta: las estaciones de show cooking que son un espectáculo, la gestión sostenible que cuida de nuestro planeta y esos pequeños detalles que convierten una comida en una experiencia épica.
Elegir el catering de boda adecuado es como encontrar la pieza que encaja a la perfección en vuestro puzle de amor. Es invertir en tranquilidad, en la certeza de que vuestros invitados se irán a casa con la tripa llena y el corazón contento, y con el recuerdo de un banquete que fue una auténtica gozada. Un proveedor como nosotros, en Seviara Precocinados, no solo te garantiza calidad top en cada bocado, sino también una atención que te hará sentir el único cliente del mundo y una gestión que fluye como la seda.
Si estás en medio de ese emocionante (y a veces estresante) proceso de planificación y sueñas con un banquete que sea un reflejo de vuestro amor, no lo dudes. Explora nuestras propuestas de catering de bodas en Madrid y déjate asesorar por nuestros expertos. ¡Están deseando escuchar vuestra historia! Para saber cómo podemos hacer de vuestro día una realidad sabrosa, o para pedir un presupuesto de catering en Madrid sin compromiso, ¡date una vuelta por nuestra web! ¿A qué esperas para empezar a diseñar el banquete de vuestros sueños? ¡El "sí, quiero" más delicioso os espera







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